Qué descanso saber que no tiene que ser diciembre para comerse un buen buñuelo, como es el caso contrario de la natilla, las hojuelas o el manjar blanco. Yo me tomé la tarea de visitar 3 de los lugares más reconocidos de Medellín en cuanto a buñuelos se trata y el resultado fue MUY satisfactorio.
Tengan presente que un buñuelo debe ser siempre dorado y crocante por fuera, esponjoso por dentro, si tiene chichón mejor y fresco, siempre fresco porque no hay nada más maluco que buñuelo viejo recalentado.
Qué disfruten mi ruta 🙂